El pulpo es un alimento saludable y delicioso. Sin embargo, no solemos comer pulpo habitualmente y lo reservamos exclusivamente para ocasiones muy especiales. En este artículo te proponemos seis excusas perfectas para que puedas disfrutar de nuestros pulpitos de ración en cualquier ocasión. ¿Te apuntas?
1. ¿Qué llevas hoy en el tupper al trabajo?
En medio de una dura jornada de trabajo, en la incomodidad del office, ¿no crees que te mereces algo mejor que unos macarrones con tomate? Saca esta noche un pulpito del congelador y mañana prontito, en 5 minutos, trocéalo con unas tijeras de cocina y mételo en un tupper junto con el salero, un par de envases individuales de aceite y una paquetito con un poco de pimentón.
Mientras cortas el pulpo puedes cocer un par de patatas pequeñas en el microondas. Lávalas bien, sin pelar, y envuélvelas en papel de cocina aún húmedas. Mételas en el microondas 4-5 minutos y ¡listo!
Verás como eres la envidia de tus compañeros. Pero no te preocupes, que con un pulpito tendrás comida de sobra para ti y para compartir. Comer pulpo nunca ha sido tan fácil.
2. El aperitivo del domingo
El momento por excelencia para preparar unas tapas y tomar un aperitivo en casa es sin duda el domingo antes de comer. Si no quieres dedicarle tiempo a preparar algo sofisticado, no tienes por qué conformarte con unas aceitunas y una lata de mejillones. Saca un pulpito, abre una botella de un buen vino blanco y disfruta de una aperitivo gourmet en compañía de tu familia. ¿No se te hace la boca agua?
3. Después de un día duro...
El trabajo, el estrés, las compras... Al fin llegas a casa, metes a los niños en la cama y puedes empezar a relajarte... ¿te vas a poner a cocinar? Mejor ponte algo cómodo, saca un pulpito cocido y aprovecha ese momento para disfrutar de una gran cena charlando con tu pareja o viendo tu programa favorito en la televisión. Mejor, ¿no?
4. Un día de campo
Es sábado y por fin ha salido el sol. ¿Qué tal si aprovechamos para salir al campo de excursión? No te lo pienses, ponte algo cómodo y prepara una mochila con unos pulpitos troceados y preparados a la gallega. Después de una caminata por el campo, nada mejor que sacar una mantita y comer un buen pulpo en compañía. Un día 100% saludable.
5. Visita sorpresa
"Hola, pasabamos por el barrio y nos hemos acercado a saludar". ¿A quién no le ha pasado esto? Se acerca la hora de la cena y no tenemos nada preparado. Unos huevos fritos son siempre muy socorridos, pero si sacas un par de pulpitos seguro que sorprendes a tus huéspedes y quedas de maravilla. ¡Ojo, este plan sólo es recomendado si quieres que vuelvan!
6. Alegra la paella
La paella te queda fantástica, pero siempre se puede mejorar con un toque diferente. ¿Qué tal si hoy le añadimos un poquito de pulpo? Saca un pulpito cocido, trocéalo y añádelo a la paella durante los últimos 10 minutos de cocción. Verás cómo te lo agradecen.
